Hasta la última gota de mi sangre
quiero escribirte versos anónimos,
que leas sin saber que los he escrito en signos
para que digan lo que no he podido decirte.
Hasta la última gota de mis lágrimas
quiero llorarte en un inmenso sueño
de ilusiones realizadas
y de verdades puestas en empeño.
Hasta la última gota de mis sueños
quiero verte en ellos transformada
por la luz de una Luna ilusionada
que se va desvaneciendo en el lejano cielo.
Hasta la última gota de mi cuerpo
quiero labrar tu cuerpo fértil
para desentrañar de ti, tierra virgen
tus frutos dulces y secretos.
Hasta la última gota de mis palabras
quiero inventar más burdos versos
con los que pueda decirte que te amo,
a ti que estas tan cerca y que siento lejos.
Hasta la última gota de mi tinta
quiero reír y llorar en cada línea
que dibuja cada palabra con la que sueño
en el triste deseo de darte un beso,
y decirte con la última gota de mi voz
que irremediablemente te quiero.
(Tomado de “A la Ilusión”.)
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